TE OFREZCO TODO
Dicen por ahí las lenguas, las que tienen doble filo,
Que te acuestas con María, aunque eres mi marido.
Llegas pasada la noche, alegre y mal vestido
Y te entregas a mis brazos, como niño consentido
¿Acaso le has regalado un ramo de amapolas?
Yo tengo bien guardadito un collar de caracolas.
Juraste ante la cruz, no me ibas a engañar,
¿Por qué estos dichos falsos, seguro me han de dañar?
Si tenemos dos chiquillos, con mis ojos y tu pelo,
Que son el sol de mi vida y de la tuya, ¡el cielo!
Un patio de enredaderas, macetones y tomillo,
Donde juegan los niños y nuestro perro Cirilo
Yo sé que aunque ella desee, jamás te ha de llevar,
Porque somos a tu vida, como Diosito, al altar,
Todo te lo he ofrecido, para que seas feliz,
Tienes mujer cuando quieres, sin que cometa desliz
Ayer, para darte gusto, vestí la blusa granate,
Pensando te gustaría, verme, cuando te enamoraste,
Fresca, bella, de buen porte y agradable
Pero se hicieron las tres, y no llegaste… ¿por qué?
Como pretendes que sea, ¿la madre de tus hijos
O una hembra radiante y por nada, me aflijo?
Si yo era de tu mundo, siempre la razón de ser,
Haré lo que tú quieras, pues no te quiero perder.