Las olas del mar anuncian
Una nueva tempestad,
El cielo se ha puesto gris
Porque a mi lado no estás.
El viento, mi fiel amigo,
Mira mi ser y se aparta,
Pues no quiere ser testigo
De mi triste soledad.
La luna esconde sus ojos
Para no ver mi tristeza,
Mientras la gruesa maleza,
Crece junto a los rastrojos.
No obstante el sol se empecina
En mostrarme nueva aureola
Tras del agreste momento
En que el dolor me domina.
Pero, el alma se reanima
Mirando al bendito sol
Que anuncia que un grande amor
Surgirá tras bambalinas.