Si me lo permiten,me gustaría contarles otro acontecimiento que pasó cuando yo era pequeñuelo, un niño, tendría unos ocho añitos. Fue en México, en el estado de Veracruz;un estado con una hermosa variedad de fauna y abundante flora y mucha lluvia.
Pues bien, el lugar donde vivíamos era un lugar muy apartado de la civilización, tanto así, que nos alumbrábamos con velas y quinqués de petróleo por las noches, de hecho el grado escolar máximo del lugar, era el tercer grado, el gobierno, no pagaba para que hubiera un maestro para los grados de cuarto al sexto,que es la primaria. Pasé,creo tres años, en el tercer grado, lo repetía, por que me gustaba estudiar.
A pesar de todo, éramos una familia muy feliz. Tenía (y aun tengo)una hermanita dos años menor que yo.
En cierta ocación, mis padres tuvieron que salir y me dejaron a mi, un niñito, cuidándola.
Eran como las 11 de la mañana y mi hermanita, jugaba fuera de nuestra casa, hecha de hojas de las palmeras nativas del lugar. ¡De pronto, noté que algo llamó su atención! lo pude notar por que caminaba con dificultad, casi perdiendo el equilibrio; y así era, por que quería levantar algo, que no estaba en un solo lugar... era algo que se movía; Fue por curiosidad, mas que nada, que me acerqué para mirar que era y, ¡Era una víbora coralillo! Su mordedura es mortal, y con cuanta mas razón que no había ni médicos cerca. La manita de mi hermana, se extendía para tomar la coralillo, y clarito vi como la coralillo se preparaba para morderla, se contrajo y sacaba la lengua como suelen hacer,pero gracias a Dios, que me dio la velocidad suficiente para levantar a mi hermanita y alejarme corriendo del animal. ¡Mi hermana,estaba a salvo! Estuvimos por un rato alejados hasta que la coralillo,desapareció.Este acontecimiento sucedió por el año 1967.Mis padres nunca supieron de este acontecimiento.
A hoy día, mi hermana,Verónica, cuenta con dos años menos que yo(tengo 56), tiene un buen esposo que la ama, y juntos han formado una bella familia, con yernos, nueras y un montón de nietos.
Ella sabe de lo cerca que estuvo de tener ese accidente mortal, por que se lo he contado, por que es una experiencia, que hasta el día de hoy, recuerdo. Ah,se me olvidaba decir, que la coralillo, era muy brillante,con unos colores muy hermosos, y quizá mi hermanita,creyó,que era un juguete, por que en realidad, se antojaba, jugar con ella, pero mis padres me habían instruido, a no tocar ninguna clase de víbora, no me especificaron, fuera bonita o fea, sin embargo, al seguir sus instrucciones y estar alerta cuidando a mi hermana, hoy, a Dios gracias, lo cuento, como una historia que no tuvo, desagradables consecuencias.Pero,¡Qué cerca estuvo mi hermanita, de morir!
Una historia de Bernardo Arzate