Me miraste, lo hice yo también
sonreíste para mí y yo alegre
te pregunté tu nombre que bonito
fue esa tarde de verano que hasta
Hoy vivo feliz porque dijiste solo seremos amigos
y nada más y como nos amamos en el ocaso
entre mar y arena, tú eres de la sierra, yo de la costa
y cada año en el verano gozamos de ese
placer de amor que lo tenemos lo dos.