Cuando mi triste espíritu te nombra
en grises y silentes madrigales
escuchando estrellarse en los cristales
una pálida brisa tras la sombra.
Armonías de luz en mi alma siento
como un eco de amor en mis sentidos.
(Todas las aves tornan a sus nidos
a llenarse de grato sentimiento.)
Mas si mi alma con amor te llama,
un silencio se abreva en torno mío,
no hallo respuestas y mi voz se ahoga.
Finge mi corazón tal una rama
seca y sin hojas que en el vasto río,
el vasto río del olvido boga.
Marcos Hernández S