(a Phil)
En Punxsutawney las marmotas
amanecen ebrias.
Tu desenfreno no te permite mirar
más allá de Alaska
mientras yo me baño en los juegos glaciales
de la paciencia.
Tú eres una experiencia sin importancia
y tus límites son razones inservibles que violan
mi ozono íntimo y mi envoltura
de martillos ensordecedores.
(Sobre) viví en la arteria de la avidez incontrolable
Al tiempo que ambos sabíamos que la clemencia
siempre resulta ser una imagen contusionada
que vagabundea con pena por las esquinas
de las metrópolis menos pacíficas.
Dentro de un siglo tú gastarás olvido bajo la tierra
y yo seré una negra flor que arderá locamente
bajo los peldaños de un pensamiento
disperso e insurgente.
Las marmotas amanecen ebrias
cuando el cabaret de los suicidios ajenos
cruzan la ciudad robándole a los jóvenes
peldaños de existencia inservible.