Querida rosa.
Mi preferida.
Amada mía.
Mi dolor.
Detrás la nieve de mi salida
en otro mundo -
no hay color.
Felicidad,
que tengo tiempo
no solamente por una vez -
abrir la puerta
través tormenta,
que no he visto jamás...
Después
puedo verte,
y más cercano,
cómo tu sientes en corazón...
No
hay
muerte.
No
es
temprano.
En cada hora
hay su razón...
¡Vivir, señora!