Marcela, te lloramos entre labios difuntos
¡tú, ya no estás! y duele no verte ahí sentada
en el poyo de tus tristezas de esos puntos,
yace sobre ti la calma en tu piel helada.
¿Quién hubiera siquiera por uno imaginado
tus pesares amiga? Yo que sólo fui errante
entre tus días vivos.Tú, ya habías llorado
trágicos avatares de tu vivir gigante.
La vida a cuestas en tus recuerdos se mece
y, cual fugaz estela tu luz desaparece
de este horizonte vil para siempre jamás.
Marcela Gamboa Varas, no estarás para verte,
agotaste el vivir, preferiste la muerte,
ahí también irémos ¡Mujer! ¡descansa en paz!
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David John Morales Arriola.