Donaciano Bueno

Una calada

En la piel tengo un remiendo

avejentado y sin brillo

igual que ese cigarrillo

que apagado está durmiendo.

Y aunque de blanco se viste

no se ocultan sus andanzas,

ha bailado en muchas danzas

y nunca aparenta triste.

 

Que precisa de costura,

y de adecentar su escote

para que en el estrambote

no se asome la mixtura.

Que se note está viviendo

aunque sea una calada

y casi no quede nada

y se acabe consumiendo

 

Sus múltiples cicatrices

nunca exentas de veneno,

son bocadillo de cieno

y placer de meretrices.

No atiende a contemplaciones

y a todo hace oidos sordos

son como caballos tordos

embriagados de emociones.

 

©donaciano bueno