Sin pudor
nos entregamos en mutuo deseo,
desnudos, ajenos a las miradas,
de nadie nos ocultamos,
por qué no teníamos.
Se mezclaron nuestros sudores,
en soplos agitados,
de embeleso rebosados,
aderezados con sonrojos, y licenciosos,
arrumacos.
La llama de nuestro ardor.
Estalló, en harmoniosos colores,
llevándonos a la gloria deseada,
entre suspiros y jadeos
inolvidables.
Explosiones y espasmos,
salieron
de nuestros convulsivos movimientos.
Nuestros cuerpos penetrados,
en humedades incontinentes bañados.
Celestiales placeres destilaron,
Jamás soñados.
Nuestras emociones desenfrenadas,
sin contrato, ni ceremonias,
solo esperan,
con pasión amarnos noche y día.
Cual férvidos amantes,
esperando
la próxima entrega.
bambam