En ceniza queda ya, que fue hermosa
la vida que vivió, que fue serena
beldad: hermosa luz de ardida vena.
No hará ya el amor: en la paz reposa.
Cuán vivo el rostro, cuán roja la rosa
que suavemente ardiendo en azucena
los adentros abrasó de tan llena..
Bajo tierra está -vivió y fue donosa-.
El querer en su boca de dulzura
no recibe mordiscos de quereres
ni recoge pétalos de hermosura.
Arrebol no tendrá de amaneceres
ni verá de la nieve la blancura,
tampoco irá por los atardeceres...
(salvador)