ABRÁSAME
Abrásame musa mía
por mis blandas alamedas
que son tus ojos de luna
y tus cabellos de avena.
Oh, resplandor querido,
hechicera de mis venas,
ven en las plumas del viento,
manzanita mía, espera;
ven a mis tierras de luna,
con besos de vida eterna.
Devórame en las dunas
en tus cañadas tiernas,
enróscame en tus molinos
dentro de tu virgen selva ,
para llegar a tu blanco
a tu blancura mi libella.
Libérame de estas prisiones,
para mimar a tus trenzas
que enloquecen los cristales
y el viejo tronco de leña,
y los valles de mi alma
que fluyen agüita fresca
y llantos angelicales,
que moran en mis tormentas;
la mirada de tus ojos
que de cerca me envenenan,
al sentir tu amor profundo
ya me tienes a tu vera.
Arrebátame, ¡gloria mía!
y llévame hasta tu tierra,
porque fenezco en nostalgia
por a dentro y por a fuera,
y la tengo en mis cangallas,
y en la sangre de mis venas.
Rocíame oh, tierna estrella
con tus lejanos perfumes
en tus bosques de leyendas,
y en la vereda de tus iris,
para verte, mi doncella.
En tus senderos de plumas
senderos de tus almendras,
para que me aniquiles
dulce y eterna mía…,
eres linda y hechicera.
Acaríciame diosa mía
con la magia de tus mentas,
escríbeme con ternura
la más eterna leyenda,
en el dintel de mis labios
y en el campo de tus hierbas,
y muramos en los valles,
allí donde tu quieras,
cual mansas mariposas,
delicias, de las estrellas.