monique ele

El centenario soldado y su Ășltima batalla

Dice que los recuerdos

se le escapan

-implacables-

no es la sed, el calor

o el enemigo;

es ese vacío de la memoria;

ese cuenco eterno de nada-

lo tortura.

Como no dar paso y honor-

al centenario soldado-

partiendo hacia su última batalla;

-una vez más-

glorioso.

Sigiloso, tras su causa perdida-

el Quijote chaqueño

se empecina en los vestigios

de sus sueños-

Recordar cuáles-

cómo-

quiénes-

a dónde se habrán ido-

Solía nombrarlos en la tarde-

como si acompañaran al sol

en su descanso-

Los acariciaba,

para apaciguar así

esos sueños de pesadillas-

qué fácil era contarlos

en lágrimas y risas-

Hoy-

ese murmullo de historias

se va callando de a poco-

como si no hubiese existido

ese alguien que fue

y que dijo-

Y se pensó anónimo

como un ser des-pensado de sí mismo-

extranjero en sus recuerdos-

en la fosa común de sus olvidos-

Ese golpe bajo del destino-

que enfrenta

atrincherado en la porfía

de sus sueños-

No comprende cómo la vida-

se transformó

en ese pedacito de memoria

que se escapa-