SONETOS NOCTURNOS

Soneto # 23 MARAVILLA NOCTURNA

 

 

Yo te miré pasar. Fue una serena

noche. Te vi pasar. Mientras la luna

nos irradiaba sencillez de pena

con su belleza blanca y oportuna.

 

Te vi pasar, risueña y halagüeña

por el salón de clases, diferente

a todas, simple así, como quien sueña

una estrella en la sien irreverente.

 

Cual reducida chispa que en la hoguera

de amor se abrillantó en mil tonos, triste

mi corazón se iba tras tus ojos.

 

Y aunque fugaz pasaste y lastimera

la mirada de amor no comprendiste

ya muerto aquel te dejó sus despojos.

 

Marcos Hernández