Es la luz la conciencia, la ignorancia, tinieblas;
Es el mar el espacio, los planetas, la seca;
Es la planta la forma, esa ansiada belleza,
Emociones sutiles o la ingrata rudeza;
Es ánima toda alma, el esplendor, la fuerza,
La mente colectiva de la Naturaleza;
El ser es la pasión, el ego que comienza
A expresar sus deseos, el instinto… es la meta;
Es el hombre la gloria, la criatura perfecta
Donde el Padre otorgó a la mente un dilema:
Si prefieres el mal, en sus redes te quedas
Mas su buscas el bien, sal, serás de la Tierra;
Desvelaras secretos, de la secreta lengua,
Hallarás el camino, se te dará la Nueva
Jerusalén Divina, que te abrirá la puerta
Y verás esa luz de una renaciente era…