Brillas, mi hermosa de días,
con tu aspecto florido
y tu elegancia fina y colorida.
La transparencia es tu virtud,
tu estigma toda pureza
y esencia eres de toda quietud.
¡Oh, mi rosa osiria!
Te has vestido de rojiza gala,
has tomado tu lugar, haz fijado tu morada.
Te he coronado de la plata y del oro
y de mi corazón son tuyos todos los tesoros.