Aquí lo estoy aguardando
y espero que al que le guste,
llegue hasta mí con buen fuste
en su caballo, trotando.
Quiero enseñarle mis pieles,
que compruebe que son blancas
y no le asusten mis ancas
ni mis montes ni mis mieles.
Que me muestre sus pinreles
para saber si se baña,
que no huela a cosa extraña
y que agrade lo que hueles.
Propiedad de los siete enanitos.
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