Existe un tiempo en la casona de mi padre
un tiempo de otro tiempo, que me mata de prisa
un aparcado jueves que es igual a este martes
y doce plusvalías en sus sucias paredes.
Una esbelta pirámide de Egipto pecadora
en la brizna botánica de mi honda soledad.
Tal tiempo se remece de enajenados frutos.
Sí, hay un tiempo en mis tiempos y no sé por qué duele,
me duele de dolor, de dolor faraónico,
pero no sé por qué me duele, no lo sé!
Hoy recuerdo ese tiempo con mis descalzos pies
errantes y extranjeros y digo: \"tiempo al tiempo\"
y aunque mis tiempos son de un Domingo de Ramos
aún me lloran fieras y no sé por qué duele!
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David John Morales Arriola.