Primero arde la bomba en Hiroshima,
luego fue calcinado Nagasaki
ambas ciudades en que por encima,
la sangre que corre es de color kaki.
El calor de aquel hongo nuclear
derrite la piel, desmenuza el hueso;
el fuego es verdugo al caos crear
cuando su fin es generar progreso.
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel Lopez