Los niveles de oxitocina del aire
influyen en la percepción de los astros.
La serena nervadura observa
tan solo aquello que le está predispuesto.
Canciones de lava espectral
burbujean alrededor de edificios sintientes.
El mundo abre sus fauces
y grita
objetos que prenden las galaxias:
magia que late en el límite interno.
Sonrisa del mar imperceptible.