Aquí... frente a ti
en la inauguración de los abrazos
solo soy instancia por reflejarse
en el iris de la esperanza.
El horizonte lejano se expande
y solo alcanzo a mirarme más allá del espejo
en los cristales avivados de tu mirada.
Aquí... frente a ti
solo soy caricia tentativa
en las onduladas fragancias de tu ébano,
y solo alcanzo a mirarme
más acá de tu cabello
cuando cae como un sedoso arrullo
de cascadas a tu espalda.
De nuevo frente a ti...
no soy más que imagen predispuesta
a corresponder a tu mirada.
Mas al mirarte,
recorro infinitas ondulaciones...
recorro olas insistentes una y otra vez
mientras caen mis caricias desgranándose
sobre las cascadas de ébano a tu espalda.