En el campo de batalla, la armadura de lo alto
Es lo que tengo hoy puesto en mí.
Tus artimañas ya no me tocan
Y ni siquiera las tinieblas pueden contra mí.
Yo seguiré con firmeza,
Porque Él quita de mí toda flaqueza.
Y por más que vengan días malos
Siempre todos buenos serán para mí.
El yelmo de la salvación me protege
Y la espada del Espíritu está en mis manos.
La coraza de justicia detiene
Todo lo que en mi contra se va levantando…