En el silencio del amanecer , el tierno despertar ,
decía tu nombre , mis ojos te observaban caminar ,
en el filo de oro y plata , del nuevo día .
Y así , nutría mi alma , sabiendo , que tú también
me mirabas , en ese caminar , que la cita nos tenía
preparado , en el medio del atardecer .
Vida , ella y yo , estamos construyendo con tu venia ,
ese abrazo , que se ilumina con la intimidad del alma
eterna , que se goza en la calma y la entrega del amor
entero , que se vive , en la profundidad del deseo
concedido , desde aquel día .