Si amarte como te amo
pudiese estar en un cuadro
yo sé bien lo que tendría
aunque nadie pueda así pintarlo.
Tendría tus manos cuando me abrazas
el sol que te da en la cara
en un encuentro a solas
y el cigarro que fumamos
después de que el amor viene y deja
tu boca en rojo signo de inusual orgasmo
con aquellos ojos de mirar tan leve
que no insinúa ... pero quiere.
Estaría tirado tu disfraz de chica mala
dejando ver al desnudo
emociones que aún no estrenas
que habrán de quebrar suelos y sueños crudos
mostrando en su tono más bello
el rocío alado de tus sienes
infinito premio para mis labios.
Si mi amor fuera una pintura
tendría la flor húmeda de tu boca
lento diciendo búscame
tu rosa nocturna cuando me amas
mis besos en tu cintura
el campo donde retozas
tu lengua de rumbos suaves
y los cien suspiros que esparces
suavemente por nuestra cama
cuando te decides a buscarme
y te enroscas y me abrazas.
En el cuadro habría olvido
por pasados descompuestos
y el canto de viejos marinos
cuando tras locos itinerarios
por fin llegan a su puerto
y vuelven a tener sueños.
Tu vestimenta tendría
grabada tu osada valentía
y el propósito más decidido y fiero
que haces tuyo y que acomodas
en tu huella por la vida
fuerza del alma que enamora.
Y en un sitio especial pondría
tus pestañas cuando duermes
y a mi lado te abandonas
en aquel lugar inaccesible
donde nada es cuesta arriba
y tu piel murmura ... que me quieres.
Roger Jaine