Amor, no cabe duda que eres para mi, cada día que amanece eres más latente y mas mía, mas que el día de ayer o cualquier otro día.
El beso de tu sonrisa cuando abres los ojos despierta mi dicha, y me recuerda la intensidad que tengo de amar solamente en ti.
Que dicha es vivirte, que dicha es sentirte sin decirnos nada más que un suspiro que expresa lo amantes que somos al perderme en tus ojos.
Quiero que sepas a cada instante de tu vida, que vivir tuvo sentido desde aquel abril en que te conocí, perdiéndonos así, en todas sus noches, mirando luceros que adornan la luna.
Momento de inolvidable encuentro, donde un café, apenas tocando tus manos fuese el sello que nos marcaría para toda una vida.
¡Que recuerdo tan bello!
Momento donde confesamos nuestras más íntimas penas como dos grandes amigos sin importar que nos mordiera el tiempo.
Mucho es de pensar que así comenzó nuestra bella historia y se volviera nuestro cuento personal; que tanto te amo, por eso pido al mundo que nos vea cuando estas a mi lado.
Amiga, confidente y hoy amante que iluminas nuestro hogar; que suerte he tenido de haberte conocido amor mío; que suerte es vivir así tan enamorado contigo, que suerte.
Resulta más fácil no decirlo, pero esto que guardo conmigo siempre quiero compartirlo a cada instante contigo.
Que suerte es haberte conocido, que suerte, dulce amor mío.
Marc Téllez González.