Alvaro Maestre

Allí Donde Dormiste

 

  

Allí donde dormiste extraño tu silueta,

aquel cabello largo, sin peinado al natural,

la tentación de tus labios, tu frente,

tu perfil, aquella ingenuidad única

en lo cerrado de tus ojos.

 

Y como los míos tallaban la escultura

de ese cuerpo de diosa intocable

que me llevó a descarriar la loca imaginación

hasta hacerme sentir haberlo hecho de nuevo.

 

Allí donde dormiste aún guardo la escena

permanecida a tu lado y del instante aquel

En el que me hiciste actuar así como una fiera

yéndome  al ataque de caza arrebatado

queriendo devorar  tus labios y tu piel.

 

Un cuadro inolvidable, tal vez como la piedra

esculpida a perfección en obra sin igual,

un hecho enaltecido por lo diferente

y lo distinto al no parecerse a nada,

mucho menos a todo en todo lo real.

 

Allí donde dormiste mi tierna y dulce nena,

allí estuvieron fuertes los cantos de la gloria

de aquella entrega mutua a todo lo prohibido,

allí donde dormiste hoy hiere porque sigo

creyendo que algún día regresará esa historia…

 

A.Maestre