Cómo me pides que te olvide,
a este simple rostro que nada mío exige
ni siquiera un suspiro de amor de tu parte
no pido algo tan grande como oraciones susurradas...
Solo, he dejado que los años te envolvieran como promesas
buscando la asunción de una furtiva mirada,
y causando que mi cuerpo se involucrara con el suave aroma
de unos atardeceres más vivos...
En tu gesto eterno supe cuán grande sería el amor
y que en cuánto un piano cruzara tus manos
me invadiría de sensaciones imposibles de explicar
sobre la noche antigua de tus años...
Si me dejaras saber cómo es el olvido
sin poder dejar que se agote mi aliento en ello
y no sentir el peso intacto del aire frío
acariciando los recuerdos vividos...
En tus labios se asoman los deseos incumplidos
y la pasiones de otros tiempos
en este silencio que nos clama prohibido
perdiéndose entre los sueños...
No me pidas que te olvide
si no sabes cuán es la medida de mi amor
ni cuanto ha estado mi corazón naufragando
en el vendaval de una sed imborrable...
No supliques tanto y déjame seguir
en esta existencia de versos
no desearía perderte, ni perder mi esencia propia
porque hablo del sentimiento más pleno
y no digo que conlleve ciertas amarguras
pero es el que me hace vivir para amarte de nuevo..