No quiero silencio
sino la música del verso,
para poder nombrarte
con la voz del universo.
Que débil soy,
vivir sin ti no puedo,
me hace falta leer tus ojos
y perderme en tu mirada.
Contigo me embriago
del brillo de la luna
cuando perdidos y en silencio
tus labios me besan.
Me enamoro de las flores,
que contigo se colorean.
de los caminos que florecen
al rose de tus pasos.
Y es que tú, eres todo,
que hasta en las nubes,
se dibuja tu nombre.