LA CAZADORA DEL AIRE
Desde los foros del aire,
yo te daría la mano,
los cielos y las estrellas
y te daría los mundos
con todos sus grandes reinos;
y te daría la gloria
y las alforjas del viento,
y el canto de los volcanes
y el orden del universo,
el principio de los astros,
el libro de los misterios,
el manuscrito del día
y el arca de los secretos.
Y desde allí, con mis ojos,
haría de ti la Venus,
la cazadora del aire
y la diosa de los vientos;
pues siendo tú la invisible,
me fundirías a besos,
desatando lo imposible
para gozar de los sueños,
para ser dos un eclipse
en los brazos del silencio.
Yo te daría la mano
y las agujas del tiempo
si fueses la diosa mía
y fueses lo que yo pienso,
porque siendo la invisible,
nadie vería mis manos
embelesar tus cabellos
y menos a nuestra sombra
y envolverse nuestros cuerpos
en un blanco torbellino
donde se duermen los besos
y se encienden los fulgores
de los más grandes amores
bajo las sendas del fuego.
El mundo sería tuyo
y el sueño sería nuestro.