Por la virtud santificante de tu amor
se han esclarecido en mi ciertas cuestiones
la del existir, la del abrazo apasionado a la nada
la terquedad del sueño perdurable
al llamado inmaterial y expectante de mi voz,
has confluido toda, aroma y verbo
pero aún mas, te has enraizado plena en el comienzo inabordable del ser
para contenerte en el recipiente ilogico de este amor inmaculado.
Te amo, lejana y ausente, presente jeroglificado
te presiento tan cerca que te confundes entre mis manos.
Cada atomo que te constituye, aun los que escapan a mi mirada vagabunda
son las teclas talladas que tañen las cuerdas atonales de mi dicha.
Pero no te aprisiones aqui, sigue el derrotero de tus mañanas alegres
yo te miraré como a los jazmines ausentes,
yo te escucharé como a la melodia que recien se extingue