Quiero ser río
y llamarme río,
ser agua cristalina
en constante movimiento,
agua que refresca,
que fluye,
que viaja,
que no se detiene,
que nunca se estanca.
Que vengan los niños
como yo hice en mi infancia,
a jugar conmigo,
a mojar sus alas
de ángeles nuevos,
sus alas tan blancas.
Ven tú, bienamado,
bebe el agua fresca que llevo en mi cauce
descansa en mis brazos,
restaura tus fuerzas,
renueva tu alma,
recobra los años que se nos han ido
y llámame río,
conviértete en río,
el río fluye, vive, se desplaza,
podemos seguir juntos, juntas nuestras aguas,
veamos crecer vida en nuestras riberas,
y disfrutarla,
hasta que un día cualquiera
juntos, avanzando,
nuestras frescas aguas
al mar desemboquen,
siempre abrazadas.