Mientras la noche
en súbito llanto avanza
y la luz de la luna
decapita su azul en el crisol del tiempo
más allá del difuso recuerdo
(que no me alcanza)
muerdo el Támesis de mi sangre
ante el perplejo asombro de mi silencio.
Es así
que en medio de sueños mutilados
ardiendo entre leños y crocantes agonías
tu ausencia enciende el fuego que hoy profanas
tótem de tu bosquejo
ilusión que la noche anida.
¡Oh! esta inserena estelar en que me hundo
absorbiendo los ingrávidos eclípses de tu sombra
fragancia convulsiva donde mi cuerpo se desangra
ombligo en luto sin pudor árboles ni rocas.
Noche órfica de luciérnagas quebrantadas
abismo viajero del instante que me muerde
vocablo paranoico memoria idea fragmentada
viento abismal resoplando litúrgicas de muerte
Fatídica soledad
sobre espejos sin sombras
conjugando los cuatro elementos
que abrazan tu ausencia
desbrozando la cuántica agonía del segundo
hoy inhalo un profundo eco de amor
que me abraza y te nombra.
¡Ay! en esta luz de tu lejanía
en que me duermo
sorteo el gesto de tu belleza constelada
entre sueños de sombras
abismos agujeros negros y fuego
crédulo y dichoso me muero
¡con el infinito recuerdo de tu mirada!
Tato Ospina
DRA