Próvido de amor
tengo a tu alma,
con figuras sueltas,
con detalles llenos
llamándote desde la nube,
desde el cielo que no tengo,
como no lo veo al amor
que me hace romper el límite
por tenerte.
Juntando chispas glaciales
vivo en tu larga lluvia,
ilusionando con las rosas mías,
tejiendo sedas en tu memoria
y nada que apunte hacia mi
ni siquiera en tu imaginario,
soy yo, el de tu añoro
ni el de las rosas.
Invento palabras lilas,
del inspiro de tu cintura
y son raudales de versos
componiendo virginal tortura.
He obtenido jarabes de besos
volando desde la flor del colibrí hasta la caña,
y realmente son labios amargos,
añejos y lejanos.