Benjamín Nicolás

¡Lástima! (A mi abuela Alicia Villalón)

 

Si no creyera que la muerte fuese calle sin salida,

Si no creyera en que uno es la luz de su día,

Si yo creyera en el cielo te diría:

 

¡Lástima! Que no aprovechaste,

No le diste una dirección a tus manos cansadas,

Lo diste todo para los demás, pero no diste para tí,

Que lástima que ya no estés aquí.

 

¡Lástima! De tu desdichada vida, ¿Por qué cediste?

Quizás es porque ni tu misma lo entendiste,

Quizás esos sublimes almuerzos o los excelsos versos

Te hubiesen dado la tranquilidad que esperabas,

 

Lástima que no los compartiste,

Quizás sin darte cuenta,

La soledad te pasó la cuenta,

y no viviste.

 

¡Lástima! Que se erosionó tu sonrisa,

Lástima que no hiciste caso,

Lástima que la árida brisa,

Oscureció tu ocaso. Pero yo me quedo

Con la ternura de tu último abrazo.

 

Si no creyera que uno debe dar más,

Que no hay que rendirse jamás,

Si creyera que el paraíso existe diría:

Espero descanses en paz.