Estábamos sentados nuevamente en el sitio
conocido para los dos,
en el mismo parque, en la misma banca,
únicos testigos de nuestro amor;
donde el cielo de ayer se fundía
con el amor inmenso que nos teníamos
donde no existía el tiempo cuando nos amábamos,
donde nuestros corazones se encontraban
y se entregaban el uno al otro,
donde las caricias, los besos, los abrazos
envueltos con el amor, se convertía
en una magia que era capaz de romper
todas las barreras que nos distanciaban.
Esta vez, la angustia,
la tristeza entornan el lugar,
Por el dolor de separarnos para siempre,
Talvez nunca te vea, mas solo te digo
Que si tú mi amor, te alejas de mi lado
Vas a estar tan lejos de mi vida
Y tan cerca de mis sueños,
Ya que, no es nuestra culpa que nos estemos separando,
Es culpa del mismo destino,
Sólo nuestros corazones sabiendo que se aman,
decidieron ser tan solo amigos.