En la espalda lo que la tierra parió,
carga el campesino cuesta abajo
fruto honrado de su cruel trabajo,
que con el sudor de su frente adquirió.
Pero en la espalda también carga,
el peso y la ignominia del mentiroso
cuanto ruín -para el pueblo oneroso-
político, además de ladrón mano larga.
Que en contubernio con el acaparador,
querrán de la cosecha, pagarle nada
y mandarán de regreso al trabajador
para que él y la familia, desesperada
con el sueño y momento abrumador,
esperen del campo...¡su llamada!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Jul.05-17