Puedo decir que te extraño...
Y no sé por qué.
Es que encuentro entre tus palabras
la sombra fría que se oculta en mi noche;
noche oculta, de perenne madrugada.
Y busco aquella mitad de tu cara
para encontrarme el recuerdo
que me huye como las aves al invierno...
Porque el frío es una daga de plata
que se hospeda en el corazón.