Ayer la vi presurosa por su camino pasar,
Tan bella y esplendorosa que la quise saludar;
Ella siguió vanidosa, como una reina sin par,
Tan volátil, como diosa, que parecía volar;
Es cual bella mariposa, todos la quieren tomar,
Pero su cuerpo rebosa de habilidad singular;
Y se escapa tan donosa aunque nos suele dejar
Esa fragancia de rosa y esa risa angelical…