Creo en mi corazón,
el que late en mi pecho,
el que bombea en silencio
y me llena de emoción.
El que me incita y me lleva
a contemplar la luna llena
y rezar una oración.
Creo en mi corazón,
el que entregué un día
al hombre que más quería
con adolescente pasión.
El que se aferra a la vida
con las penas y alegrías
cantando una canción.
Creo en mi corazón,
el que mi madre me diera
una lejana primavera
fruto de un amor sin condición.
El que me lleva a amar sin fronteras
a todo ser viviente en la tierra
cual sea su naturaleza o misión.
Creo en mi corazón,
el que dio amor a tres vidas
dedicando noches y días
con eterna adoración.
El que aún herido de muerte
es generoso y valiente,
luchador y con tesón.
Creo en mi corazón,
en su ritmo constante,
el que me lleva a todas partes
con prudencia y sumisión.
El que vibra en los conciertos
oyendo cualquier Movimiento
con sublime admiración.
Creo en mi corazón,
el que me atrapa en sus redes
con la pluma y los pinceles
transformando mi vida en ilusión.
El que a veces se ha equivocado
y de lágrimas me ha llenado
en más de una ocasión.
Creo en mi corazón,
el que envejece lentamente,
el que me hace sentir diferente
como un ser lleno de pasión.
El que agradece cada día
a mi Dios la luz del día
con ferviente devoción.
Fina