Ya sin fuerza alguna,
Aclamo al cielo,
Convocando siete lunas,
Sin esfumarse el anhelo.
Hoy, la brisa borra la espuma,
De una luna con prisa,
Con palabras que se esfuman,
Al borde de la repisa,
Dos...aquí no hay consuelos ni risas,
Se desvanece tu recuerdo tan deprisa...
Tres.., más veces me he quedado en el intento,
Y no te lo mereces, siempre estuviste atento,
Llegado al cuarto punto dos son ya los muertos,
Expertos en cometer algún acierto,
La conexión entre tú y yo...
Todavía se siente por momentos,
Tan intensos que la quinta luna,
Brillará como nunca brilló ninguna,
Dando paso a la sexta que se refleja en tu laguna,
Tu mente con dedos de frente,
La mía como la de un ser inherte,
No era la suerte, eras tú,
Ya no podré volver a verte.
En la última de las siete,
Luna que seguro que sientes,
Cuando me alejo ves que también pierdes,
Juntas en la distancia,
Para crear composiciones con suma elegancia,
Volar tras canciones que siguen en la añoranza,
Un alma dos corazones que se les apagó la luz de luna en la esperanza,
Esperando fortuna para ver si en otra vida avanza,
Un mundo mejor en que podremos alcanzar,
Mientras tanto te conjuro a que seas feliz,
Te juro que me duele, pero te mereces que sea así,
Mi ángel de la noche con sus siete lunas y una aprendiz.