Yo abracé en el intrincado laberinto mental
la fértil posibilidad de un amor de esta estirpe
estabas desprovista de rasgos entonces
pero palpitabas en el núcleo de lo indefinible
Yo previ en mi historia desierta
que el amor absoluto, el de sesgo imposible
aparecería de súbito trastocando estructuras
omitiendo argumentos, filtrándose en lo ilógico
Yo vaticiné que esta rutina se desmoronaría, que aparecería tu voz
que me arrojaría al infinito y me devolveriá a la nada
para que en un vaiven fugaz y glorioso
descubra lo inaccesible, lo trascendente de esta existencia
yo advertí en este tiempo singular
que lo que latía en mis venas, en los albores de mi sangre
era el impulso primordial, anónimo de antaño
revestido ahora sin resquicios por este amor total
Pero solo me permito contemplarte, soñarte
imaginarte, desearte, endiosarte, meditarte.
Delante del velo que oculta las certezas, solo veras mis ojos,
nublados de éxtasis, celebrando lo indescriptible, el prodigio de encontrarte.