Escribo pensando en ti.
Vienes de pronto
impactante a mi mente.
Bueno, no, ¡miento!,
ya que vives en mi,
moras en mi abiertamente.
Voy entretejiendo tus versos,
que unidos forman
la página de nuestras vidas.
Página sedienta de historia
y atrevida a dibujar recuerdos
pintando al óleo
tu vida de trotamundos.
Escribo pensando en ti,
suave y ligero, sin enredos,
abrigando la esperanza
de que te conviertas en mi cielo.
¡Rompamos reglas!,
¡rompamos creencias!,
seamos lunáticos sin remedio
y habitemos, así, la inmensidad
sin rincones, sin desvelos...