Alejandrina

Despertar

 

Amor mío, ya amanece;

una mano imposible

levanta los velos de la noche

y la orquesta matutina,

marca los sonidos exactos

que acompasarán mis horas.

 

Estas horas de espera

ensayando suavidades y ternuras

porque aún tengo amor mío;

tu figura erguida en mi vientre

tus manos como látigos bravos

envolviendo mis caderas 

¡una bestia que embiste la autentica locura!

 

Llevo el alma llena de grillos

y el corazón como una guitarra ebria

desbordando con su canto los sentidos.

A lo lejos …

los coches van apurando su temprana urgencia,

la breve lluvia ha lavado el rostro de la luna

donde las mariposas urden su trama de colores más vivos

y mi memoria vaga por los sentimientos ….

 

Amo todos tus monstruos amor mío

navego los ríos subterráneos de tu infierno

donde instituimos nuestra patria .

En tu abrazo, alcanzo todas las flores,

los claveles del bronce, la verdina espiga del cobre

en tus palmas y tus plantas.

Deshojo con mi lengua la alta rosa de tu sangre,

cincelamos apretadas azucenas de sal sobre las sábanas,

bebo el zumo en la zarza ardiente

que nos estalla en los labios triturados

dejándonos caer en la fosa del quejido.      

¡Aún nos espera la honda herida en las espinas!

luego de este desesperado pan

ungido en la deidad del vino.

 

Tu ígneo aliento va anidando

un ave libre entre mis alas.

Arcángel desprovisto de gloria y de santuario

Animal virginalmente salvaje.

Bestia mía...

Mi dueño y mi martirio.

 

Alejandrina.