Tengo frío,
Y la doliente espera por tu abrigo,
Me recuerda que no estas conmigo;
Tengo sed,
Y las entrañas me saben a amarga hiel
Servida en fría copa de vino.
Tengo hambre,
Y ni las mesas, ni cestas servidas,
Aplacan el rigor de mis entrañas.
No tengo tiempo,
Casi no tengo palabras,
No tengo pasiones,
Porque en el camino quedaron apagadas.
Mi corazón,
Es un páramo yermo
Desde la ausencia de tus aguas,
Mis frutos,
Se han quedado dormidos,
En el silencio eterno del desierto.
Tu ausencia,
Ha matado el tiempo y la distancia,
Y solo escribo palabras en las dunas,
Que a mi vida reclaman:
La ausencia de tu amor,
Oculta el sol de las mañanas,
Y el frío y el hambre a cuestas,
Sólo son ideas vedadas.
Sin tu amor ni tu compañía,
No existe el sol,
Ni la luna en cada día;
Sin ti,
Se apago el calor,
De mi abrazo y la melancolía,
Sin ti,
Sólo existe el tiempo
Lleno de silencios,
Sin ti,
No hay amor, solo un vacío,
Sin ti,
Aprendí que la ausencia,
De tu cuerpo y de tus palabras,
Solo apagan las luces,
De mi vida, y de mis entrañas.