P A S A D O
Permíteme inmortalizarte esta noche, joven guapo y de buenas costumbres, como negarte que
Añoro tus besos, que despierto cada mañana mirándome al espejo y recordando lo hermosa que me veía junto a ti, rozagante, con mejillas rozadas y ojos llenos de luz, ¡no me he vuelto a encontrar!
Sabrás que es una memoria de antaño, algo simple por cierto, tengo que contarte que el fin de semana pasado cansadamente recorrí aquella sierra, si aquella en la que desbastabas el pasto para no interrumpir mi andar, aquella cuchilla con la que maniobrabas se me enterró en el alma cuando me dijiste adiós.
A veces en momentos de angustia rasco las paredes, para ver si encuentro algo que te traiga de vuelta, mis uñas se quiebran ante tal impotencia, de soñarte tan mío y tenerte tan lejos.
Dormiré todo el día de mañana, si es preciso; para olvidar todo lo que fue bueno y ahora encuentro perdido, olvidarme que fui tu princesa medieval, que entonabas lindas canciones en mi oído, me llenabas las manos de mil rosas, realmente valoraba cada uno de los pequeños e inmensos detalles, por eso es imposible olvidarte, siento que pausaste mi vida, no te guardo rencor cierto, pero cambiaste el rumbo, moviste totalmente la brújula de nuestro destino.
Oscuramente oculto este sentir, envolviendo una vida en palabras necias que escabullen mi diminuta paz, soñare con tus abrazos e imaginare que me brindas tiernamente un beso, sin hacer ruido, te vas acercando
D e s p a c i t o