Son tantas cosas… Las que quiero decirte.
Son tantas palabras… contenidas en trance.
Es tanto… ¡El cuánto del tanto!
¡Que no me sale ni el Dónde, ni el Cuándo,
ni él Cómo expresarme!
Sentimientos de respeto ligados con desprecio;
¡Son cómo un ácido que me corroe!
Tu inconsciencia y tu cuerpo maltrecho
son la espina que desde fuera se ve.
No quiero sentimientos adversos
del amor y el afecto que por ti me recorren.
No quiero palabras al viento,
que tras cortinas de humo
en el silencio se esconden.
Superando los límites,
¡De una situación absurda!
Has jugado en el borde de lo prohibido.
Precipitado en el suelo, ¡Te has caído!
No recurras a las excusas,
ni sigas engañándote a ti mismo.
Eres el único responsable de tus andanzas
y tus pies te llevan donde tú, ¡Marcas el destino!
Tal vez no entiendas ni una sola palabra.
Tal vez… ni si quiera te des por aludido.
Quería decirte que me duele en alma,
verte dando tumbos tan solo y perdido.
Y como te digo esto, si me duele…
¡El sólo pensarlo!
Como expreso mi vergüenza
por tu falta de compromiso.
Como decirte que entiendo tu calvario,
que la desesperanza a veces…
¡Se adueña de uno mismo!
Sólo puedo lanzar palabras al aire,
y que el viento esté atento, ¡A mi plegaria!
Sólo me queda volver a recordarte…
¡Qué a pequeños pasitos, se suben montañas!