ANA MARIA DI BERT
Amigo, hoy la vida ríe contigo...
Amigo, hoy la vida ríe contigo...
Sentir la vida plenamente es catarla, así de una;
como cuando tomas un buen vino,
y en tu boca lo saboreas poco a poco,
hasta la última gota.
Ese, el de la cepa delicada que lograste
cultivando cada día en tu alma las vides mas selectas con cuidado.
Y lo haces porque sabes que ella merece de esos mimos,
de ternuras que son lluvia, lluvia que trae agua mansa
que hará fructificar lo que sembraste.
Sentir la vida plenamente es notar la sangre que bulle por las venas
con el brío que denota tu vivir.
Esa que hace que sientas el frío, el calor, la tristeza y el amor,
o el viento que sopla y despeina impetuoso tu pelo.
Estar vivo es saber, que si te roza la dureza del filo de una piedra y te lastima,
puedes curarte con un esparadrapo, y seguir el camino alzándote,
aunque duelan las heridas y debas resguardarte ante una tormenta inesperada.
Cuando te toque el buen tiempo con el sol del mediodía abrigándote,
y la natural belleza irradiando el entorno, alégrate intensamente:
del beso, del abrazo, del te amo, del te quiero,
de la lágrima que emociona por el llamado con cariño,
de la risa que te entregan,
de la tuya, de la mía,
del amigo, del anciano,
de tus padres, de tus hijos, tus hermanos...
La de los niños.
Del rocío en la flor de ese bendito amanecer sin temores,
pintado de esperanzas y sueños.
Porque hoy amigo...
¡Hoy la vida ríe contigo!
Ana María Di Bert
Julio del 2015