Aquí te dejo. Para mi dulce amada.
Aquí te dejo mis letras, balbuceantes, tímidas,
formando incoherencias, palabras dicen,
expresando aquello que mi mente se inventa
para recordarte, ante las feroces millas que te esconden
rigurosas para que mis manos no te sientan.
Te dejo estos pensamientos inmunes a tu ausencia,
que se van nutriendo de esos pequeños atisbos de tu existencia,
esa voz que es penitencia dulce cuando llega y vacio cuando parte,
aquellas imágenes, tercamente inamovibles, donde estas prisionera
del instante fugaz en que tu presencia quedo petrificada.
Te dejo mis fantasías risueñas donde te siento tan mía,
atada con nudos de horas a mi memoria,
grabada en cada célula epitelial que vibra y vuela
cuando te anuncias de alguna forma a mi presentimiento,
y entonces mi amor se exalta y quiere decirte por si mismo que te ama.