Confieso que me he confesado
con un Dios omnipotente
que no siendo común
no es tan diferente.
El ruego es como la siembra
que da frutos perennes
como la luz del sol,
mirar con mucho primor
que las sombras sean ausentes
Ahí va la lección
cuando la vida lo siente
si uno solo es cuerpó
el alma se vuelve ausente.