Al paso del viento que entra
por mi ventana suave y deleitable,
deberé contarle
que tu recuerdo penetra
muy adentro en mi ser de un forma muy notable.
Deberé aceptar
que fuiste y serás parte de mi sin importar
las discusiones que desataran algún frenesí
o alguna que otra palabra que dijera nada mas así,
sin pensar lo que pudiera ocasionar.
Deberé aceptar
que la soledad se hace presente,
y me ataca, y me hiere
y me provoca una fuerte herida
que con la tristeza, a veces no se siente.
Deberé confesar
que el olor de tu cuerpo lo tengo en mi mente,
un olor suave al olfato humano
pero imponente como cualquier dama elegante,
imponente como tu caminar, sosteniéndote de la mano.
Deberé confesar, aceptar, contar
una y mil cosas mas
porque tu has formado parte de mi vida.
Se lo contare al viento,
no porque el guarde los secretos
sino porque dicen que todo se lo lleva,
y en lo que espero que vuelva
esperare tu regreso con tanto anhelo.